Monte Aconcagua.
Situado en la provincia de Mendoza, Argentina, con una altura de 6,962 m.s.n.m. (metros sobre el nivel del mar), es la cumbre más alta de las tres Américas, y el paso previo para quien pretenda alcanzar las mayores alturas del planeta, la cordillera Himalaya en el continente asiático.
Responsable de muchas historias que a veces incluyen resultados fatales, se levanta en medio de un sinnúmero de crestas nevadas que componen Los Andes suramericanos.
En pleno verano austral, llegan expediciones y turistas de todo el mundo a vencer las limitaciones propias y los obstáculos que la montaña de manera natural interpone para lograr poner pie en la cumbre y firmar el libro de visitas que yace al pie de una cruz metálica y que a su vez marca la meta final del ascenso.
En Febrero de 2006, una expedición salvadoreña conformada por cinco atletas: Roxana Mendoza, Mariano Urías, Napoleón Guardado, Guillaume Laigle y Carlos Soriano, amparados bajo la bandera de la Federación Salvadoreña de Montañismo y Escalada, emprendieron la aventura de conquistar esta cumbre. Doce días duró el ascenso técnico hasta la cumbre. A pesar de todos los sacrificios y del buen trabajo de equipo, así como del esfuerzo personal de Roxana Mendoza, el frío la venció a seis mil trescientos metros y la obligó a descender al campamento Berlín, a cinco mil novecientos metros.
Después de dos días de mal tiempo que retrasó a la expedición en el Campamento Berlín inferior, los cuatro atletas restantes logramos vencer la altura, el frío y el agotamiento físico y coronamos la cumbre el día 24 de febrero a las 14:00 horas.
*********
La historia completa de esta aventura la encontrás en el apartado de este Blog Artículos publicados. “Bajo la mirada del centinela de piedra”.
Situado en la provincia de Mendoza, Argentina, con una altura de 6,962 m.s.n.m. (metros sobre el nivel del mar), es la cumbre más alta de las tres Américas, y el paso previo para quien pretenda alcanzar las mayores alturas del planeta, la cordillera Himalaya en el continente asiático.
Responsable de muchas historias que a veces incluyen resultados fatales, se levanta en medio de un sinnúmero de crestas nevadas que componen Los Andes suramericanos.
En pleno verano austral, llegan expediciones y turistas de todo el mundo a vencer las limitaciones propias y los obstáculos que la montaña de manera natural interpone para lograr poner pie en la cumbre y firmar el libro de visitas que yace al pie de una cruz metálica y que a su vez marca la meta final del ascenso.
En Febrero de 2006, una expedición salvadoreña conformada por cinco atletas: Roxana Mendoza, Mariano Urías, Napoleón Guardado, Guillaume Laigle y Carlos Soriano, amparados bajo la bandera de la Federación Salvadoreña de Montañismo y Escalada, emprendieron la aventura de conquistar esta cumbre. Doce días duró el ascenso técnico hasta la cumbre. A pesar de todos los sacrificios y del buen trabajo de equipo, así como del esfuerzo personal de Roxana Mendoza, el frío la venció a seis mil trescientos metros y la obligó a descender al campamento Berlín, a cinco mil novecientos metros.
Después de dos días de mal tiempo que retrasó a la expedición en el Campamento Berlín inferior, los cuatro atletas restantes logramos vencer la altura, el frío y el agotamiento físico y coronamos la cumbre el día 24 de febrero a las 14:00 horas.
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La historia completa de esta aventura la encontrás en el apartado de este Blog Artículos publicados. “Bajo la mirada del centinela de piedra”.